Perros adiestrados, Perros Rescate Formacion–Vigilante de Seguridad

martes, 25 mayo , 2021


Su función principal es detectar el olor de seres humanos con el objetivo de ser rastreado y localizado en el menor tiempo posible. Son capaces de localizar a cualquier persona que se encuentre en su zona de trabajo, debido al olor que desprendemos los humanos de forma general, y a personas de forma individual debido al olor característico que cada uno posee. Partiendo de esta premisa, podemos diferenciar dos tipos de perros de rescate, los perros de venteo y los perros de rastreo. 

Los perros de venteo son aquellos encargados de hallar olor humano en general, su uso es de gran ayuda debido a la velocidad a la que ejecutan su trabajo, ya que es esencial no perder tiempo en las escenas donde trabajan estos canes. Podemos diferenciarlos según sus especialidades: 

 Perros de cadáveres: son los que detectan restos humanos. Sirven para localizar a personas muertas en accidentes o desastres naturales. 

 Perros de búsqueda acuática: también son perros de cadáveres, puesto que buscan restos humanos y no personas vivas. Sin embargo, difieren de los anteriores en que están entrenados para ventear por encima del agua, generalmente desde un bote.  Perros de desastres urbanos: son aquellos perros usados para detectar personas atrapadas en derrumbes de edificaciones. A diferencia de los perros de cadáveres, los perros de desastres buscan personas vivas. Sin embargo, cuando ya no se espera encontrar personas vivas, se suelen usar perros de cadáveres para encontrar a quienes no pudieron sobrevivir el desastre 

Perros de avalanchas: su nombre lo dice todo. Son los perros usados para buscar personas sepultadas por avalanchas. Se entrenan para buscar personas vivas, no cadáveres.  Perros de evidencias: son perros entrenados para encontrar evidencias humanas en escenas de crímenes. 

Los perros de rastreo son aquellos encargados de seguir el olor corporal de una persona en concreto. Para que el perro pueda realizar su trabajo se deben cumplir dos condiciones: 

 Disponibilidad de un objeto personal, no contaminado, impregnado con el olor corporal de la persona que se quiere localizar. Suele ser frecuente utilizar prendas de ropa usadas, sábanas, el asiento de su coche personal y almohadas. 

 Un punto de partida, que suele ser el último lugar donde fue vista la persona que se quiere localizar. 

A partir de aquí, el perro ya dispone de las herramientas necesarias para empezar la búsqueda del ser humano desaparecido o fugado. 

Los perros de trabajo son entrenados para una única función. Las funciones caninas más comunes hacia las que van dirigidas los entrenamientos son: 

 Perros detectores: 

o Detectores de narcóticos 

o Detectores de explosivos 

 Perros de rescate 

 Perros de intervención 

 Perros de asistencia 

 Perros de terapia 

Perros detectores de narcóticos 

Su función principal es la detección de substancias narcóticas o estupefacientes como cannabis, hachís, cocaína, heroína, derivados de éstas y drogas de nuevo uso que actualmente están en auge como la metanfetamina “Ice”. Estos perros son de gran utilidad, ya que además de poseer un olfato con una capacidad de detección extraordinaria que ninguna tecnología actual ha conseguido igualar, debido a su anatomía son capaces de introducirse en sitios que para el hombre resultarían inaccesibles. 

Una vez localizado el narcótico, estos perros están adiestrados para hacer entender a su guía donde han encontrado la sustancia; para ello pueden mostrarlo de forma activa, ladrando y rascando en la zona o el recipiente donde esté oculta, o de forma pasiva, en la que el perro se sienta en posición de alerta a su lado. La forma pasiva suele ser utilizada cuando los perros detectan que la droga es transportada por una persona, con el objetivo de que el traficante no se percate de que lo han descubierto e intente huir. 

Los canes detectores de estupefacientes tienen una doble función en cuanto a la lucha contra el contrabando de drogas, ya que además de localizarla, deben ser capaces de neutralizar a los traficantes que se opongan a su detención o muestren una actitud agresiva. 

El perro de trabajo 

El perro es una buena herramienta en el campo de la búsqueda y rescate debido a rasgos inherentes de la especie y su evolución: 

– Instinto de caza: en un perro de rescate, como en otros perros de trabajo, cuanto más elevado sea su instinto de caza, más fácil será conseguir una motivación alta que será la que mueva al animal a realizar el ejercicio que nosotros queramos. 

– Instinto de presa: se desarrolla a continuación del instinto de caza y es fundamental a la hora de recompensar al perro. 

– Instinto de búsqueda: el perro, a través de este instinto y gracias a su desarrollado olfato, intentará localizar a la víctima. 

Aún y así el perro de trabajo ha de tener unos rasgos de carácter determinados, en mayor o menor medida, en función de la tarea para la que se le vaya a utilizar. 

– Sociable. 

– Atención: capacidad de respuesta y motivación. 

– Capacidad de aprendizaje. 

– Deseos de agradar: Si el animal tiene ganas de agradar, será más fácil conseguir el objetivo. 

– Docilidad. 

– Iniciativa: es la capacidad resolutiva del perro. Le ayudará a “tomar decisiones” en situaciones en las que no esté con el guía. 

– Agilidad. 

– Energía y resistencia: aguante del perro. 

– Sensibilidad: es el umbral de respuesta al entorno y/o los estímulos. 

– Solidez: deberá ser un perro equilibrado, sin miedos ni respuestas exageradas a estímulos del entorno. Impasibilidad ante el ruido. 

– Adaptabilidad: capacidad de adaptarse a los cambios del entorno. 

– Instinto de juego y caza intenso y duradero: el juego será la base del adiestramiento. 

– Buena capacidad olfativa. 


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