Vigilante de Buques, adiestrados contra el terrorismo –Vigilante de Explosivos

jueves, 20 mayo , 2021


La formación que los cuerpos policiales reciben en las respectivas academias no prepara a los agentes para actuar en caso de una gran amenaza terrorista. Ante ello, muchos de los agentes optan por conocimientos como los que ofrece la FPP (formación en procedimientos policiales) que organiza el Sindicato Unificado de Policía.

Ayer, durante doce horas, 136 agentes de diversas policías locales, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, ejército, Policía Nacional y Guardia Civil se reunieron en un recinto fabril de Pineda de Mar (Maresme) para conocer procedimientos de actuación en caso de un hipotético ataque terrorista en distintos espacios, como un local comercial, oficinas asaltadas o ataques callejeros. En esta ocasión tuvieron el apoyo de las unidades caninas, que en comunidades como Andalucía han demostrado una gran efectividad, especialmente en operativos antidroga.

El encuentro reúne durante doce horas a 136 agentes de policías locales, Guardia Civil, ejército y Mossos

En las jornadas prácticas los policías comparten conocimientos básicos para poder actuar contra actos terroristas. Así, participan en un programa que les prepara para entrar en locales con seguridad, actuar ante un ataque, defenderse con el uso de la fuerza de una posible agresión con arma blanca por parte de un lobo solitario e incluso en la detección de artefactos explosivos, con la colaboración de las unidades caninas (K-9), o establecer un control de masas en caso de un ataque.

Los perros adiestrados han sido los protagonistas del último curso del FPP, en el que se inscribieron 136 profesionales de la seguridad pública. Acudieron policías de todos los puntos de España, desde Galicia hasta Granada, que aprendieron a establecer un núcleo de seguridad en un espacio atacado por activistas armados, evacuar civiles de forma segura del lugar de un ataque, realizar una intervención sanitaria e incluso, ante un caso extremo, abatir a un terrorista.

Curso de progresión destiando a policias de todos los cuerpos de seguridad del estado; Mossos d’esquadra, ertzaintza, policia local, policia nacional y guardia civil realizado en una nave industrial
Agentes en un simulacro de atención a una víctima herida Mané Espinosa

“Los profesionales precisan de formación continua”, explica Antonio Granados, portavoz del SUP, ante los nuevos retos de seguridad pública a los que se enfrentan constantemente, tales como las acciones terroristas. En estos cursos “se mezclan profesionales sin ninguna reticencia entre los cuerpos armados, todos son iguales en la lucha común”, añade José Luis Juárez, presidente de FPP.

En el curso quedó patente la utilidad de las unidades caninas. Perros adiestrados para localizar desde pequeñas cantidades de droga hasta explosivos, armas e incluso billetes falsificados. “Un perro bien adiestrado es garantía de éxito en una actuación policial”, detallan José Amezcua, miembro de la unidad canina de la Policía Local de Granada, y Jesús Manuel Yeguas, de la unidad canina de Maracena (Granada).

Narcís Romero, de la unidad canina de proximidad, explicó que en Girona un guía canino “puede levantar entre 800 y 1.000 actas al año”, lo que demuestra su efectividad, y lamenta que en Catalunya hayan desaparecido muchas de las unidades K-9 por “falta de logística” y compromiso político. En Salt, por ejemplo, un guía canino levanta el triple de denuncias que toda la plantilla policial, mientras que en Sabadell la K9 “está sobre el 70% de actuaciones respecto al colectivo policial”, detalla Paco Cancela, guía canino de la policia vallesana.

A raíz del contacto entre unidades K-9. desde la FPP se ha creado una “hermandad de policías caninos de toda España” en la que ya participan 23 unidades que comparten conocimientos de actividades terroristas y de adiestramiento en casos puntuales de ataques externos.

Vigilante de Bugues

Las empresas españolas son las que están valoradas entre los armadores de todo el mundo a la hora de confiar la seguridad de los buques que faenan, o transitan, en la zona del Océano Índico.

la Operación Atalanta fue la que sirvió para prevenir los ataques de los famosos piratas somalíes. Es por eso que ningún buque que transite por esa zona navega sin sus propios elementos de protección marítima, el hecho es que los actos de piratería casi han desaparecido.

Todos los buques que naveguen entre Europa y Asia deben escoger entre bordear por el sur África o atravesar el Canal de Suez, lo cual supone internarse en las peligrosas aguas del Golfo. Por otra parte, las aguas del Océano Índico, entre el Mar de Arabia y el Canal de Mozambique, atraen a muchas flotas pesqueras a faenar en dicha zona.

Muchas empresas de seguridad comenzaron a prestar sus servicios en buques y pesqueros que demandaban estos servicios tan importantes. La norma española dice de la obligatoriedad de que el personal que desarrolle estos servicios sea un vigilante que estén dentro de compañías de seguridad y encima con una formación específica.

Ha consecuencia de todo ello se ha establecido contactos con empresas de este sector y fruto de ello es las interesantes ofertas de trabajo que existen hoy en día en el mercado

Teniendo en cuenta el auge de la piratería y el alto número de buques secuestrados durante los últimos años, no es extraño que armadores, navieros, clubs de P&I, compañías aseguradores y en definitiva, la industria del transporte marítimo, hayan tenido que buscar formas de proteger los buques y mercancías. Con una flota mundial de 50.788 de buques de más de 500 GT 1 y más de 10.000 buques europeos pasando por zonas de alto riesgo 2, se ha hecho imprescindible buscar una solución que satisfaga a Gobiernos e iniciativas privadas para implementar un sistema de protección efectivo que ayude a limitar el impacto económico que genera la piratería en el transporte internacional.

Uno de los sistemas que actualmente parece ser más efectivo y que mejores resultados está teniendo, consiste en la contratación de personal armado a bordo de buques junto a la utilización de medidas y equipos de protección durante el paso de zonas de alto riesgo. Esta decisión ha propiciado el auge de empresas de seguridad privada especializadas en el ámbito marítimo y ha desarrollado un nuevo mercado para la industria de la seguridad, la cual ha sufrido importantes ajustes normativos y regulaciones expresas para llevar a cabo los servicios de protección marítima en zonas no controladas por ningún Gobierno como en alta mar.

En este trabajo se ha realizado una descripción del ordenamiento jurídico a nivel nacional e internacional de la contratación de servicios de seguridad privada en buques prestados por las empresas de protección marítima, indicando las normativas e iniciativas tomadas por Gobiernos y Organizaciones Internacionales junto con los
requisitos necesarios para que las empresas de seguridad privada puedan ejercer su actividad en los pabellones en los que más ha afectado la piratería y los robos a mano armada.

También se describen las actividades ofertadas por las empresas de protección marítima según la demanda actual de seguridad y el análisis de las relaciones contractuales entre los sujetos implicados en la protección marítima, dando importancia a las partes del contrato de prestación de servicios y las obligaciones que de ello pueda derivarse. Además, se realiza un estudio de los costes de la protección marítima en relación al impacto económico de la piratería y otros actos ilícitos de los que la industria marítima puede ser protegida mediante empresas de protección marítima, los seguros relacionados con la protección marítima y el reparto o transferencia de los costes de contratación de seguridad entre los agentes relacionados en esta actividad.

En definitiva, el trabajo pretende documentar el mundo de la protección marítima centrándose en la contratación de servicios de protección marítima mediante empresas dedicadas a tal actividad.


Novedades