Una joven ha denunciado a través de las redes sociales haber sufrido una presunta agresión por parte de dos vigilantes de seguridad en el metro de Valencia, quienes la acusaron de haberse colado en una estación ferroviaria. Según relata la afectada, los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado domingo, cuando ella y su primo regresaban de una discoteca de Valencia y pretendían resguardarse del frío en la estación de la parada de la calle Alicante de la nueva línea 10 de Metrovalencia.

La joven asegura que en ningún momento entraron sin billete ya que ambos poseían un abono transporte. Sin embargo, los vigilantes les pidieron la documentación por estar grabando en instalaciones privadas y se produjo un acalorado intercambio de insultos que acabó en agresión física.

En las imágenes que ha compartido en sus redes sociales, se puede ver cómo los vigilantes empujan a la joven contra la pared, la cogen del cuello y la inmovilizan contra el suelo colocándole la rodilla sobre la nuca. La joven implora que la suelten y trata de zafarse sin éxito mientras uno de los vigilantes le grita y la insulta.

La afectada ha denunciado los hechos ante la Policía Nacional y ha acudido a un centro hospitalario tras la agresión. Ante las numerosas muestras de apoyo y solidaridad que ha recibido, la joven ha querido dejar claro que no hizo nada para merecer esta agresión, y que no pegó, escupió ni levantó la mano siquiera para defenderse.

La joven ha manifestado sentirse humillada y tratada como una mierda sin haber hecho nada malo. Además, ha destacado que todo fue porque los vigilantes decían que se había colado en la estación, algo que niega rotundamente. Para la afectada, este suceso no tiene justificación y considera que el ego masculino de los vigilantes pudo haber influido en su actuación.

Este tipo de sucesos son lamentables y no deberían ocurrir en ningún lugar. Es importante que se investigue lo ocurrido y se tomen las medidas necesarias para evitar que se repitan en el futuro. Además, es fundamental que se garantice la seguridad de los ciudadanos en los espacios públicos, y que los vigilantes de seguridad sean formados en el trato a las personas y en el respeto a los derechos humanos.

En conclusión, la agresión sufrida por la joven en el metro de Valencia es un hecho deplorable que debe ser condenado por la sociedad en su conjunto. Es necesario seguir luchando contra la violencia en todas sus formas y manifestaciones, y trabajar para construir una sociedad más justa y equitativa.